
Durante todo un semestre, y gracias a una minuciosa planificación, futuros profesionales
promovieron la salud en distintos colegios de la conurbación, con actividades orientadas al
autocuidado, inclusión y bienestar.
A partir de un diagnóstico participativo, las y los estudiantes de las 4 carreras de la Facultad de
Medicina (Enfermería, Kinesiología, Medicina y Nutrición y Dietética) realizaron intervenciones
educativas abordando temáticas de autocuidado y salud, priorizadas por los escolares de
enseñanza básica y media, de acuerdo con sus intereses y necesidades pedagógicas.
En esta ocasión participaron los colegios María Educa, Tomasa Olivares, Cardenal José María Caro
e INSUCO, socios comunitarios de la experiencia A+S, que es la metodología que se aplica en la
asignatura “Educación para la Salud”.
“Valoro enormemente el trabajo que han hecho los jóvenes en nuestra comunidad escolar,
llevamos 5 años, de hecho, iniciamos este proceso con la Universidad Católica del Norte; por lo
tanto, el resultado ha sido muy significativo porque nos ha servido para reorientar nuestro
proceso educativo, de acuerdo con los informes que- tanto los estudiantes y como la Universidad-
nos han entregado”, manifestó Rosa Valdivia Ulloa, rectora del Colegio de María Educa de la
Serena.
METODOLOGÍA A+S
Aprendizaje más Servicio (A+S) permite aplicar los contenidos teóricos en un contexto real,
entregando un servicio de calidad, considerando las necesidades educativas de los socios
comunitarios. A la vez, favorece el desarrollo de competencias genéricas como trabajo en equipo,
respeto por la dignidad de las personas y responsabilidad social.
Asimismo, A+S establece un acuerdo de colaboración en el cual el socio comunitario obtiene una
asesoría de un equipo de estudiantes sobre temáticas de salud. En esta ocasión, abordaron temas
como actividad física, sexualidad y afectividad, salud mental, alimentación saludable, entre otros.
BENEFICIO COMUNITARIO
En esta oportunidad, uno más destacados de la intervención fue la inclusión, ya que uno de los
equipos de trabajo incluyó el lenguaje de señas en su cápsula educativa.
“Los estudiantes quedaron muy conformes y se vio reflejado en la calidad de los trabajos que
presentaron. Destaco el hecho que, debido a la contingencia climática -al no poder realizar la
sesión presencial- prepararon un material inclusivo incorporando lenguaje de señas. Fue una
experiencia grata y significativa que, además de contribuir al desarrollo de competencias
genéricas, les permitió desarrollar habilidades interpersonales, las que fueron destacadas en sus
reflexiones finales”, expuso la docente Luisa Vergara Tejada.
“Hay chicos y chicas sordos como yo, y que quizás es primera vez que les van a enseñar así temas
médicos, como consejos para evitar enfermedades, alimentación, salud mental, temáticas que me
interesan mucho. Personas que escuchan hay muchas, pero sordos no y me gustaría ser la
primera, para ayudar a quienes no pueden aprender”, detalló la estudiante de Nutrición y
Dietética, Mariana Cruzado Gálvez.
“La educación – como profesionales de la salud- es algo que vamos a tener que desarrollar a lo
largo de nuestra carrera, por lo tanto, es súper importante tener el conocimiento para poder
enfrentar estas situaciones, educar de la manera correcta a los distintos tipos de públicos a los que
nosotros nos enfrentamos”, explicó la estudiante de tercer año de la carrera de Medicina, Mical
Pereira López.
La metodología A+S conecta a las y los futuros profesionales con experiencias de inserción social
vinculadas a los contenidos de una asignatura. De esta manera, estudiantes, docentes y miembros
de la institución colaboran para satisfacer las necesidades de la comunidad, integrando y
aplicando los conocimientos adquiridos.
Así, esta iniciativa se suma a las distintas actividades que la Facultad de Medicina realiza
periódicamente, impactando positivamente en la calidad de vida de la comunidad de la Región de
Coquimbo.