Con la finalidad de promover la conservación y visibilización de los humedales de la localidad de Tongoy entre la comunidad local y visitantes, de la mano a un trabajo con la Delegación Municipal local, la Fundación Proyecto Adelaida está realizando la instalación de nuevas señaléticas que permiten conocer y aprender a resguardar estos valiosos ecosistemas, que fueron declarados como Santuario de la Naturaleza el año 2018.
La iniciativa es parte del “Programa de Educación Ambiental: Valoremos el Santuario, de la Bahía de Tongoy”, que desarrolla desde el año 2021 la citada agrupación, gracias a un fondo de Protección Ambiental que, además y de manera integral, permite avanzar en valorar, proteger, preservar y conservar el patrimonio biocultural tongoyino; promoviendo para ello los conocimientos ambientales, a través de la entrega de información y talleres activos a la comunidad.
La intervención e instalación de nuevas señaléticas, facilitará el identificar correctamente los humedales Salinas Grande, Salinas Chico y Pachingo, junto con entregar consejos prácticos y necesarios a los visitantes, a fin de reducir el impacto humano sobre estos ecosistemas, a causa del tránsito en vehículos 4×4, el arrojo de basuras y el desarrollo de actividades indebidas, que afectan directamente la biodiversidad, flora y fauna existente.
“Somos una fundación que se preocupa principalmente de la conservación y visibilización de los humedales de la Región de Coquimbo, y hoy, estamos en el santuario de la naturaleza de Tongoy, que está compuesto por tres humedales, donde instalaremos señaléticas de buenas prácticas para reducir los distintos tipos de impactos; como el del turismo, de los vehículos 4×4, de los perros sueltos, etc. La idea es entregar educación, en base a que la gente se entere lo que se puede y no se puede hacer en estos ecosistemas”, detalló Ana Victoria Araya, cofundadora de la Fundación Proyecto Adelaida.
En el mismo sentido, la ingeniera ambiental de profesión, agregó que “no está muy bien visibilizado que este lugar es un Santuario de la Naturaleza, y solo sabemos que son humedales. Por ello, existe un proceso para tener un plan de manejo que mejore su conservación, y también, para que los turistas y personas que habitan el lugar sean parte del cuidado de esta zona costera, entendiendo que no es solo humedales, están las dunas, la playa presente y todos los distintos cultivos”, precisó.
AVANZANDO EN CUIDADO AMBIENTAL
El santuario de la naturaleza, conformado por los humedales de Tongoy y sus entornos, amplió el área de protección, pasando de 105 a 263 hectáreas, gracias a una iniciativa impulsada por el Ministerio de Bienes Nacionales, fruto de una serie de mesas de trabajo con la comunidad y el municipio porteño, quienes solicitaron el incremento de la zona de protegida de los humedales Salinas Grande, Salinas Chica y Pachingo.
A este logro, hoy su suman las iniciativas como la impulsada por la Fundación Proyecto Adelaida, y el continuo trabajo mancomunado del municipio junto a la comunidad, como destacó Gonzalo Pardo, Delegado Municipal de Tongoy, “tenemos una mesa de trabajo donde están todos los organismos pertinentes. Estos humedales han sido denominados RAMSAR, y estamos trabajando para que sean prontamente declarados humedales urbanos, sumando al estero de Tongoy. Con Proyecto Adelaida también venimos trabajando, y ellos se ganaron una iniciativa que, entre sus alcances, permite la instalación de señaléticas, donde se deja bien en claro lo que se puede hacer, o no, en la zona protegida de los humedales”.
El representante municipal en el territorio, también realizó un llamado a la comunidad de Tongoy y visitantes del balneario a resguardar los ecosistemas locales, y manifestó que “el atractivo turístico que tienen los humedales de Tongoy es magnífico, y el llamado es a seguir protegiéndoles. Cuesta mucho que las personas tengan un respecto y cuidado por el medioambiente, y los proyectos que se van logrando nos llevan a que se pueda desarrollar de mejor manera su cuidado y protección”, concluyó.