( El DESCONCIERTO.Cl) FOTOGRAFÍA: Nicole Kramm. Entre el patio 134 y el patio 135, que ya se encuentran listos, hay más de 1.700 tumbas que las autoridades sanitarias ordenaron habilitar, debido a la posibilidad de un aumento en las mortalidades a causa de la pandemia de COVID-19. Los trabajadores trabajan a tiempo completo para completar las 3.000 sepulturas solicitadas por el Minsal.
La semana pasada, las y los trabajadores del Cementerio General terminaron de retirar las osamentas y preparar las más de 800 tumbas del patio 135. Esto, debido al requerimiento que habrían recibido de la Seremi de Salud en abril, donde el organismo estatal especificó que necesitarían habilitadas 3.000 sepulturas adicionales a las que ya existen.
Así, la mayor probabilidad de mortalidades a causa de la pandemia del coronavirus ha tenido a los funcionarios del recinto trabajando fuertemente desde marzo, y en jornada completa de lunes a sábado desde hace tres semanas -a diferencia del resto de los servicios públicos de la comuna de Recoleta que laboran solo medio día -, tiempo en el que ya tienen listas más de 1.700 tumbas para enfrentar un posible aumento considerable de fallecidos.
Luis Yévenes, representante del Sindicato de trabajadores del cementerio, afirma a El Desconcierto que cuando se encontraban terminando el patio 134 en el mes de marzo, lugar con cerca de 970 tumbas a su haber, la dirección del establecimiento les solicitó que se pusieran inmediatamente a trabajar en el 135, procedimiento que correspondía realizar a fines de 2020.
Funcionarios del Cementerio General aseguran que autoridades de salud solicitaron habilitar tres mil sepulturas
“Y también tuvieron que adelantar el 136 y el 145. Esos dos patios no estaban para este año”, sostiene el dirigente, asegurando que esta semana se comenzó a trabajar en el primero de esos terrenos adicionales.
“Al principio se estaba explotando mucho a los trabajadores”, cuenta Yévenes. “Les pedían que hicieran cuatro sepulturas en medio día, porque estábamos con jornada reducida. Cuando informamos de esto, en vez de bajar la cantidad de trabajo alargaron el horario de 9.00 a 17.00”, explica el funcionario, añadiendo que sus empleadores argumentaron que esto no se podía por la urgencia del requerimiento