Como una forma de prevenir contagios del Covid-19, el Hospital San Pablo de Coquimbo cambió el sistema de consultas en la unidad de emergencia. Ahora es un médico el encargado de realizar la primera preevaluación antes de realizar el proceso de inscripción.
El facultativo es el encargado de indicar si el usuario debe iniciar el proceso de la consulta o bien le aconsejará regresar a su hogar con algunas indicaciones. Esto como una medida para evitar las aglomeraciones en la sala y las largas espera por atenciones que pueden ser resueltas en otros servicios de urgencias de menor complejidad, como son los SAPU.
“Esto hace más expedita la atención y evita las aglomeraciones y los posibles contagios al estar con tanta gente en la sala de espera. Además, ayuda a que en estos momentos que estamos viviendo sólo consulten las verdaderas urgencias en el hospital, porque para los dolores de guatita podemos ir a los SAPU”, señaló Manuel, un usuario de 58 años se acercó a la urgencia del hospital a consultar por una posible trombosis.
Felipe Alvear, médico jefe de la Unidad de Emergencia del hospital, explica que con esta nueva metodología “se puede identificar previamente a aquellos casos en los cuales el riesgo de contagio por COVID- 19, durante su estadía en la unidad, es mayor al riesgo que podría significar el motivo por el cual consulta y así indicarle en el plazo más breve posible, que se dirija a su domicilio antes de exponerse a un ambiente de tan alto riesgo de contagio”.
Junto a este cambio, la sala de espera se dividió en 2 y se crearon áreas diferenciadas de atención al interior de la unidad con el objetivo de evitar que pacientes con patologías respiratorias y no respiratorias coexistan en un mismo espacio.
El director del hospital San Pablo, Germán López explicó que, desde hace algunos meses, el hospital ha realizado varias restructuraciones para otorgar una atención más segura y oportuna a nuestros usuarios. La primera de ella tiene relación con el aumento de números de camas para pacientes más críticos. Esta reconversión le permitirá al hospital tener 20 camas UCI y 30 UTI.
“En el área de urgencia se está trabajando en la separación de los flujos de entrada de pacientes respiratorios y no respiratorios, lo que nos permitirá aumentar en 70 metros cuadrados la actual unidad de emergencia. Además, tendremos dos boxes de consultas especialmente para usuarios pediátricos. Por último, para evitar la exposición de las pacientes embarazadas, ellas tendrán un sector de atención diferenciada”, indicó.