Fabricada con plástico reciclado, esta maquinita cambiará la vida de millones de terrícolas.
Una de las cosas más temibles del Sida es que si no se diagnostica a tiempo, las posibilidades de combatirlo con un tratamiento efectivo son complicadas, lo que claramente puede acortar la vida de un paciente.
Las cifras al respecto son evidentes: en el 90% de los países en vías de desarrollo, el VIH es la principal causa de muerte, y en el resto del planeta la situación tampoco es más alentadora.
Este panorama fue el que motivó al científico británico Hans Ramzan a crear “Catch”, un pequeño dispositivo fabricado con plástico reciclado y que tiene una soñada particularidad: bastan unos pocos minutos para diagnosticar si un paciente está o no infectado con el virus.
Lo llamativo es que “Catch”, a pesar del tremendo servicio que presta, no es altamente costoso, por lo que podría tener un uso alto en países donde este es un problema de estado.
Según Ramzan, el costo de producción bordea los 5 dólares (menos de 4 lucas), y como sus dimensiones son reducidas y su utilización sencilla (basta con un pinchazo y una gota de sangre), la aplicación masiva de estos tests rápidos podría cambiar el destino de muchos habitantes del planeta.