- Se trata de la generación número 2.000 que recibe su armamento como símbolo del término de la primera etapa de formación e instrucción.
Una emocionante jornada se vivió en la tradicional Ceremonia de Entrega de Armas realizada en el Regimiento N° 21 Coquimbo, en el que 239 soldados fueron acompañados por sus familias en el inicio de una nueva etapa en su proceso de formación como soldados conscriptos.
Tras recibir el armamento de manos de sus padres, Angelo Araya Cortés, de Combarbalá, señaló que “ha sido un proceso difícil, en que hemos ido a campaña y otras cosas y me siento orgulloso de servir a la patria”.
Su madre, Obdulia Cortés, dijo que esto “es muy bonito, yo ya estuve en esta ceremonia antes con mi otro hijo que hizo su servicio en Antofagasta, y estoy muy orgullosa”, mientras que su padre, Eduardo Araya, agregó que “estoy muy orgulloso de que mi hijo esté haciendo el servicio militar, es un deber de todos los jóvenes postular como voluntarios, como mi hijo que lo hizo a los 17 y fue aceptado”.
Luego de entregar el armamento a cuatro de los soldados presentes, la Intendenta Lucía Pinto dijo que “tal como lo ha dicho el Presidente Sebastián Piñera en repetidas oportunidades, no hay honor más grande que servir a la patria, y eso es lo que hemos visto hoy día. Estamos realmente orgullosos de presenciar cómo estos 239 jóvenes soldados han recibido sus armas de manos de sus familiares, y no me cabe duda que ellos desde este lugar van a entregar todas sus capacidades para servir a la patria y a nuestra región en los momentos en que sea necesario”.
Por su parte, el Coronel Manuel Herrera, Comandante del Regimiento 21° Coquimbo, dijo que “estos jóvenes que recibieron sus armas de parte de sus padres y las autoridades de Gobierno conforman la generación 2.000, a quienes mucho se les cuestiona que los jóvenes son faltos de valores o compromiso, pero yo trabajo todos los días con ellos y estoy convencido de que tienen los mismos valores que todas las generaciones, solamente hay que reforzarlos, porque los valore sse entregan en las casas”.
Luego de la entrega, las armas fueron bendecidas por el pastor evangélico del Regimiento, Santiago Studer, dando paso a un desfile. Este armamento acompañará a los soldados durante su vida militar, desde la instrucción y entrenamiento, como en las ceremonias de carácter cívico militar.