Durante las últimas semanas el país ha demostrado que necesita revisar de manera urgente y profunda la forma en que hemos venido construyendo nuestra sociedad, que, si bien ha tenido grandes éxitos macroeconómicos, no ha sabido otorgar las certezas y seguridades mínimas para lograr el verdadero desarrollo con equidad social.
Temas como la salud, las pensiones, la seguridad, la (in)eficiencia del gasto público, la concentración del poder y la riqueza, son temas comunes para millones de chilenos, incluidos los pequeños y medianos comerciantes, en su gran mayoría pequeños emprendimientos familiares, que también somos padres, hijos, abuelos y personas comunes que día a día trabajamos y que nos encargamos de recolectar los impuestos para el funcionamiento del Estado, generando de paso miles de empleos.
Más allá de las marchas legítimas, durante estas semanas cientos de nuestros comerciantes han visto con angustia y desesperanza como el lumpen se apodera de las calles, atemoriza, zaquea e incendia locales, sin permitirnos trabajar y dejando al borde de la banca rota a muchos de los afectados.
Como Cámara de Comercio y Turismo de La Serena, creemos que ya no podemos permitir más violencia. Y es indispensable que los que marchan felices y tranquilos, cantando y bailando, esos funcionarios públicos que han recibido y que seguirán recibiendo su sueldo a fin de mes (a todo evento) sepan que hoy existen familias de comerciantes que están sufriendo, que también tienen derechos humanos que defender y que si esto no para ahora, habrá muchos otros empleos en riesgo y más familias que sufrirán. A los padres de familia, que sepan actuar con madurez y sensatez frente a sus hijos, enseñándoles que todo tiene un límite.
Creemos con certeza que los temas centrales ya están puestos sobre la mesa con suficiente presión social y ahora es tiempo de (re)construir y dialogar en paz.
Ahora esperamos que nuestras autoridades comunales (alcalde y concejo) asuman un rol más protagónico, para exigir el cuidado de nuestro patrimonio, para representar verdaderamente los intereses de los vecinos.
Creemos también que nuestras policías deben cumplir con rigor su obligación de resguardar el orden público, y tendrán todo nuestro respaldo siempre que lo hagan con responsabilidad y profesionalismo, ya que eses es su deber constitucional, sin excesos ni abusos.
Pero también esperamos que los manifestantes tomen conciencia del punto de quiebre en que nos encontramos y sepan distanciarse oportunamente en las marchas, separándose y rechazando a los violentistas, agitadores, saqueadores, ladrones y lumpen que solo buscan destruir nuestra democracia. Y no quedándose pasivamente, con indolencia o con aplausos mientras están viendo cómo se destruye la ciudad.
Chile no merece ser destruido de esta forma. Los comerciantes de La Serena pedimos mayor conciencia y un aporte de todos por la paz.