COQUIMBO.- Este domingo 2 de noviembre de 2025 quedará marcado a fuego en la memoria de toda una región. Coquimbo Unido se consagró, por primera vez en su historia, como el flamante campeón de la Liga de Primera del fútbol chileno.
El Estadio “Francisco Sánchez Rumoroso” y toda la ciudad “pirata” estallaron en júbilo con la consagración. Los “aurinegros” consolidaron su extraordinaria campaña con un sólido triunfo de 2-0 sobre Unión La Calera, un resultado que los hizo matemáticamente inalcanzables a falta de cuatro fechas para el término del torneo 2025.
El equipo dirigido por Esteban González utilizó una de sus grandes armas para abrir el marcador: el balón detenido. A los 19 minutos de juego, el goleador Cecilio Waterman superó la marca visitante y definió tras un tiro de esquina para desatar la primera celebración.
La escuadra aurinegra mostró la solidez defensiva que la caracterizó durante todo el año, manejando el trámite del partido. La tarea se facilitó al cierre del primer tiempo (45+7′), cuando Christopher Díaz de La Calera fue expulsado, tras revisión en el VAR, por un codazo sobre Martín Mundaca.
Mientras Coquimbo ganaba, su más cercano perseguidor, Universidad Católica, caía en simultáneo ante O’Higgins, un resultado que por sí solo ya le entregaba el título a los “piratas”.
Sin embargo, el equipo buscó sellar el campeonato por mérito propio. Fue así como a los 75 minutos, Benjamín Chandía (quien había ingresado por el lesionado Mundaca) colocó el 2-0 definitivo con un tiro arrastrado que dejó sin opción al portero rival y desató la locura total en las gradas.
Sobre el final (86′), un tiro libre de Matías Palavecino casi se convierte en el 3-0, pero fue anulado por el VAR por una posición de adelanto de Sebastián Galani.
Este título no es solo la primera estrella para el club. Coquimbo Unido, además, enfila una racha histórica de 14 victorias consecutivas y se perfila como uno de los mejores campeones de torneos largos del siglo.
Con la copa en mano, los “piratas” retornan en gloria y majestad a la Copa Libertadores luego de su única participación en 1992, esta vez como el monarca absoluto del balompié nacional. Esta consagración, además, permite sacar la dolorosa espina de la final perdida en el Apertura 2005, precisamente en el mismo “Sánchez Rumoroso”,
