Con el objetivo de fomentar la conciencia ecológica desde los primeros años de vida, la Delegación Municipal del sector Rural Cordillera de Coquimbo impulsa un destacado programa de formación medioambiental junto a los jardines infantiles San Rafael y Rinconcito de Cerrillos. La iniciativa busca consolidar una cultura de respeto y cuidado por la naturaleza en comunidades donde la agricultura forma parte esencial de la vida cotidiana.

El proyecto, que comenzó a desarrollarse en 2024, contempla diversas actividades pedagógicas, prácticas y recreativas relacionadas con el reciclaje, el cuidado del entorno, la creación de microcultivos, el uso de vermicomposteras y la reutilización de residuos. Además, las comunidades educativas han desarrollado huertos escolares que fortalecen el vínculo entre el hogar, los recintos educativos y la comunidad.
Gracias a este trabajo colaborativo, se ha logrado crear un banco de semillas con especies cultivadas en las propias huertas —como cilantro, arvejas y acelgas— y se ha implementado el vermicompostaje con lombrices californianas, generando sustratos y ácidos húmicos de alta calidad.
María Loreto Anacona, directora del Jardín Infantil y Sala Cuna San Rafael, destacó el apoyo de la delegación municipal:
“La red de la delegación rural ha sido fundamental. Al fortalecer nuestro sello ambientalista, motivamos a los niños y sus familias a tener huertas en casa, tal como lo hacemos en el jardín. Los pequeños trabajan la tierra, plantan, cosechan y aprenden valores de respeto y responsabilidad hacia la naturaleza desde temprana edad”.
En tanto, el Jardín Infantil Rinconcito de Cerrillos implementó tres módulos de invernadero gracias al proyecto ‘Rinconcito Circular’, adjudicado al recinto por el Ministerio del Medio Ambiente y apoyado por la delegación municipal. La iniciativa permite a los niños conocer todo el proceso agrícola, desde la preparación de la tierra hasta la cosecha.
Su directora, María Trinidad Tapia, señaló:
“Enseñamos a través del juego, donde los niños aprenden sobre la tierra, la paciencia y el respeto por los procesos naturales. Comprenden que no pueden cosechar antes de tiempo y valoran el trabajo agrícola”.
Compromiso con la sustentabilidad rural
Para la administración del alcalde Ali Manouchehri, la educación ambiental es un pilar fundamental de la gestión municipal, especialmente en la zona rural, clave en la producción alimentaria de la comuna.
Nury Barraza, técnica en tecnología agrícola de la delegación rural, enfatizó la relevancia del trabajo:
“La agricultura es la base de nuestra alimentación. Con el cambio climático y la crisis hídrica, es vital transmitir a las nuevas generaciones la importancia del vínculo con la tierra y la sustentabilidad”.
Finalmente, la delegada municipal del sector Rural Cordillera, Nicole Pizarro, destacó:
“Para nuestra ruralidad, la sustentabilidad y el cuidado de los ecosistemas son esenciales. Formar a niñas y niños con conciencia ambiental es una inversión en el futuro, en línea con la visión de nuestro alcalde de fortalecer la identidad campesina y el respeto por la naturaleza”.