Con profunda devoción y alegría, miles de fieles llegaron hasta el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo para participar en la tradicional Fiesta Chica, una celebración que cada primer fin de semana de octubre reúne a devotos de todo el país en honor a la “Virgen de la Montaña”.

Desde las vísperas del sábado, los caminos hacia el santuario se llenaron de peregrinos que acudieron a cumplir promesas, agradecer favores y renovar su fe. La misa solemne del domingo 5 fue presidida por el arzobispo René Rebolledo Salinas, acompañado por el párroco y rector del santuario, P. Fernando Vega, sacerdotes invitados, autoridades locales y representantes de los bailes religiosos encabezados por su Cacique General, Jaime Guerrero.
Durante su homilía, el arzobispo destacó el lema de este año: “Madre de Andacollo, en nuestro peregrinar, renueva cada día nuestra esperanza”, vinculado al Año Jubilar de la Esperanza convocado por el Papa León XIV.
“La Virgen de Andacollo es refugio seguro en las pruebas, motivo de consuelo en las penas y fortaleza para seguir adelante en la marcha de la vida. Que Ella renueve en nosotros, día a día, la virtud de la esperanza”, expresó monseñor Rebolledo.
El P. Fernando Vega agradeció la masiva concurrencia y la fe de los promeseros:
“Ha sido una fiesta muy hermosa. Hemos visto muchos peregrinos que con sacrificio y amor han llegado a cumplir sus promesas. La basílica abierta toda la noche fue signo de que, incluso en el cansancio, María permanece como luz en el camino”, señaló.
Reconocimiento patrimonial a la devoción
Durante la jornada, el alcalde (s) de Andacollo, Wilson Núñez Zepeda, junto a concejales y dirigentes de los bailes religiosos, anunció la declaración del 26 de diciembre como Día de los Bailes Religiosos, medida aprobada por el Honorable Concejo Municipal.
El edil destacó que este hito forma parte del proceso que busca postular la Fiesta de Andacollo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO.
El Cacique General, Jaime Guerrero, agradeció el anuncio con emoción:
“Fue una sorpresa maravillosa. Esto marca el inicio de un camino para que nuestra fiesta, la más antigua de Chile, sea reconocida como patrimonio inmaterial de la humanidad”.
Juventud y fe viva
La celebración también tuvo un espacio especial para los jóvenes. La Misa de la Juventud, presidida por el Pbro. Ariel Robledo Díaz y organizada por la Pastoral Juvenil-Vocacional Arquidiocesana, reunió a delegaciones de distintas vicarías, acompañadas musicalmente por la banda católica RUAH.
Entre cánticos, oraciones y testimonios de fe, la Fiesta Chica 2025 se transformó en un verdadero encuentro de esperanza, reflejando el arraigo espiritual de un pueblo que mantiene viva su devoción a la “Chinita de Andacollo”, símbolo de fe, consuelo y unión para generaciones enteras.