El Embalse Valle Hermoso, inaugurado hace cinco años en Combarbalá gracias a una inversión estatal de más de US$ 81 millones, atraviesa un complejo escenario. Tres regantes mayoritarios se niegan a cumplir el traspaso de 40 acciones de agua comprometidas en el convenio original, lo que amenaza el consumo humano en más de 30 localidades rurales, afectando a 1.200 agricultores y a 2.600 personas abastecidas por 11 sistemas de Agua Potable Rural (APR).
El acuerdo —condición clave para la construcción del embalse— garantizaba un APR colectivo para priorizar el agua de consumo humano en plena crisis hídrica. Sin embargo, su incumplimiento ha obligado al Consejo de Ministros a instruir a la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) el diseño de una alternativa que, según dirigentes locales, perjudicaría directamente a la agricultura familiar campesina.
“La obra se levantó con recursos fiscales bajo la promesa de asegurar el agua para la gente. Hoy esa garantía no existe. El Estado no puede invertir miles de millones y luego permitir que se desconozca el acuerdo que justificó esa inversión. Es un engaño para la comunidad”, denunció la diputada Nathalie Castillo.
La DOH presentó una propuesta entre 2020 y 2022, pero esta fue rechazada por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDESO) al carecer de derechos de agua y por calcular un consumo de 80 litros diarios por persona, en lugar de los 100 litros exigidos por normativa. Esto impidió obtener la Recomendación Satisfactoria (RS), condición básica para su financiamiento.
Dirigentes campesinos sostienen que la alternativa de la DOH se basa en volúmenes de agua sin dominio legal, lo que además implicaría trasladar el costo total de las obras a las comunidades tras el retiro del subsidio parcial. “Los grandes regantes no sienten el impacto, pero quienes tienen pocas acciones sí. Hay campesinos con apenas 7 minutos de agua. ¿Cómo van a producir para sostener a sus familias y financiar el embalse? Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria local”, advirtió Leticia Ramírez, representante del Consejo Comunal Campesino.
Tanto Castillo como Ramírez coinciden en que, mientras no se respeten las 40 acciones comprometidas, el Estado no debería entregar la administración del Embalse Valle Hermoso.