Entre enero y junio de este año, se registraron 705 robos de cables eléctricos en las redes de distribución y transmisión pertenecientes a la empresa CGE, cuadruplicando la cifra del mismo período en 2024, cuando se reportaron solo 190 eventos.
La Región de Coquimbo encabeza el listado nacional de zonas más afectadas por este delito, con un total de 59.198 metros de cable robado, es decir, casi 60 kilómetros de redes eléctricas sustraídas, lo que ha dejado a miles de familias sin suministro eléctrico durante extensas horas.
En total, más de 440 mil clientes se han visto afectados a nivel nacional por cortes de energía a causa de estos robos, que se concentran especialmente en zonas rurales, donde la respuesta de reposición suele ser más lenta debido a la geografía y extensión de las líneas.
“Esta situación muestra que esto se ha transformado en un delito de alto impacto público, con consecuencias muy complejas para la continuidad del suministro eléctrico”, señaló Daniel Fredes, subdirector de Operaciones de CGE.
En términos generales, durante el primer semestre de 2025, se han sustraído 209.112 metros de cable de cobre —lo que equivale aproximadamente a la distancia entre Santiago y la comuna de Molina, en la Región del Maule—. Esto representa un incremento cercano al 300% en comparación con los 58 kilómetros robados durante el mismo período del año anterior.
Las regiones más afectadas por robo de cables en 2025:
- Coquimbo: 59.198 metros
- Biobío: 27.223 metros
- Maule: 22.317 metros
- Antofagasta: 22.127 metros
- Tarapacá: 21.185 metros
- Metropolitana: 20.420 metros
CGE ha reiterado su llamado a las autoridades a reforzar la fiscalización, aumentar las penas y coordinar acciones interinstitucionales, ya que se trata de un delito cada vez más frecuente, que pone en riesgo no solo la seguridad energética, sino también la integridad de quienes trabajan en las reparaciones.