Una planta clandestina de procesamiento de productos del mar fue desbaratada este viernes en Tongoy, tras un operativo conjunto entre el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), Carabineros y la Seremi de Salud de Coquimbo. En el lugar se incautaron 550 kilos de recursos hidrobiológicos —principalmente macha y jibia— en condiciones insalubres y sin autorización sanitaria ni pesquera.
El procedimiento se enmarca en una investigación sobre comercialización ilegal de productos del mar, y se suma a recientes decomisos realizados en sectores como Punta Teatinos y el propio balneario de Tongoy.
En detalle, fueron incautados:
- 149 kilos de carne de macha desconchada
- 332 kilos de macha en media concha
- 69 kilos de jibia congelada
Estos productos fueron encontrados en condiciones de deterioro sanitario y sin trazabilidad legal, lo que ponía en riesgo la salud pública. En el caso de las machas, su volumen procesado equivaldría a más de 1.200 kilos del recurso en estado natural.
El domicilio intervenido ya contaba con antecedentes por infracciones similares. En marzo de 2024, días antes de Semana Santa, se incautaron allí más de dos toneladas de pescados y mariscos también listos para ser comercializados ilegalmente.
Autoridades refuerzan controles
La directora regional de Sernapesca, Cecilia Solís, valoró el trabajo conjunto desarrollado por los organismos que integran la Red Sustenta:
“Es fundamental asegurar a la población que los productos del mar que consume cumplan con toda la normativa pesquera y sanitaria. Estas fiscalizaciones permiten proteger no solo a los consumidores, sino también a quienes trabajan legalmente en la cadena de valor de los recursos marinos.”
Desde la Seremi de Salud se indicó que los productos incautados serán destruidos y se instruyeron nuevos sumarios sanitarios, mientras que Carabineros derivó los antecedentes a la fiscalía local para evaluar posibles acciones penales por reincidencia.
Las autoridades anunciaron que continuarán con este tipo de operativos en toda la región, especialmente en vísperas de fines de semana largos y festividades, donde suele aumentar el riesgo de comercialización irregular de productos del mar.




