Caballos y vacas siguen generando riesgos en sectores residenciales. Los propietarios deberán pagar por su retiro y podrían perderlos si no los reclaman.
La presencia de animales de gran tamaño deambulando libremente por calles y plazas del sector oriente de La Serena, lejos de ser un hecho anecdótico, se ha convertido en un verdadero problema de seguridad y convivencia vecinal.
Por más de una década, los vecinos han reportado reiterados casos de caballos y vacas invadiendo áreas urbanas. Según relatan residentes del sector Serena Oriente, no es raro encontrar hasta una decena de animales bloqueando el paso en espacios públicos o transitando por vías altamente concurridas, incluso con crías nacidas en plena vía pública.
“La situación es insostenible. Hemos tenido amenazas al denunciar y nadie garantiza que esto no termine en un accidente grave”, comentó Erika Rojas, dirigenta vecinal del sector, quien indicó que la cercanía con crianceros instalados informalmente en la quebrada de Peñuelas ha hecho de este un problema recurrente.
Los vecinos valoran el apoyo ocasional de Seguridad Ciudadana, pero insisten en que las soluciones deben ser permanentes. “Proponemos incluso que se le dé un uso social a estos animales, entregándolos a instituciones que trabajen con niños, si los dueños no los reclaman”, planteó Rojas.
Protocolo municipal: retiro forzoso y multas
Frente a esta situación, la Municipalidad de La Serena presentó un protocolo actualizado que permitirá actuar con mayor rapidez y efectividad ante la presencia de animales sin supervisión en espacios públicos.
La medida incluye el retiro forzoso de los equinos y bovinos que se encuentren sin resguardo en zonas urbanas. Estos serán trasladados a un recinto especial habilitado en el Parque Pedro de Valdivia, donde podrán permanecer por un plazo máximo de seis meses.
Durante ese periodo, los propietarios podrán recuperar a sus animales, siempre que paguen una multa fijada en 5 UTM, lo que equivale a cerca de $344.000 pesos. Si no son reclamados, pasarán a disposición municipal y podrían ser derivados a fundaciones u ofrecidos en subasta pública.
“Queremos actuar con claridad y firmeza. Este protocolo establece el rescate y protección de los animales, pero también la responsabilidad de sus dueños”, expresó la alcaldesa Daniela Norambuena, quien no descartó elevar el monto de las sanciones.
El retiro de los animales se realizará en un vehículo especializado —financiado mediante el royalty minero— y contará con condiciones sanitarias apropiadas. Una vez en el parque, serán evaluados por veterinarios municipales, quienes aplicarán tratamientos si es necesario y asegurarán su bienestar durante la estadía.