La Región de Coquimbo atraviesa un periodo de marcada intensificación en las detenciones por diversos delitos. Si bien esto podría señalar una mayor eficacia policial, ha generado una serie de preguntas e inquietudes en la comunidad. Más allá de la reciente aprehensión de “El Perro Perro” y otros infractores, la principal interrogante que se hace la ciudadanía es: ¿Por qué la mayoría de los sujetos detenidos son reincidentes?
Uno de los factores que explica el aumento en las detenciones es la modernización y expansión de la vigilancia tecnológica. La implementación de cámaras de seguridad de alta resolución, como las que operan en Ovalle y que fueron clave en la captura de “El Perro Perro”, ha brindado a las fuerzas del orden herramientas más efectivas. Estas cámaras permiten monitorear espacios públicos, identificar sospechosos en tiempo real y recopilar evidencia crucial, facilitando la persecución y detención de delincuentes, incluso después de que cometen un ilícito.Otro punto importante es el fortalecimiento de la coordinación entre las policías y los municipios.
La colaboración entre Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI) y las direcciones de seguridad comunales ha permitido establecer estrategias más integrales.
Esto incluye el intercambio de información, la realización de operativos conjuntos en zonas de alta complejidad delictual y el patrullaje preventivo basado en análisis de datos. Cuando estas instituciones trabajan de la mano, la capacidad de respuesta y de acción se multiplica.Asimismo, es probable que estemos viendo una mayor proactividad en la denuncia ciudadana.
A medida que la gente percibe una mayor presencia policial y ve resultados en las detenciones, se siente más empoderada para reportar actividades sospechosas o delitos. Las plataformas de denuncia y los canales de comunicación con las autoridades son cada vez más accesibles, lo que contribuye a que más ilícitos sean conocidos y, por ende, investigados.
Sin embargo, el punto que más resuena en la comunidad es la preocupante tasa de reincidencia. Casos como el de “El Perro Perro”, con sus diez detenciones, nos recuerdan que el problema no solo radica en la captura, sino también en lo que sucede después. La ciudadanía se pregunta por qué, a pesar de las repetidas detenciones, muchos individuos vuelven a delinquir. Esto apunta a un desafío fundamental en el sistema: ¿Son las condenas lo suficientemente disuasorias? ¿Existen programas de rehabilitación efectivos que ayuden a estas personas a reinsertarse en la sociedad y a no volver a cometer delitos?
La persistencia de la reincidencia indica que, si bien las autoridades están siendo más eficientes en la detección y detención de delincuentes, aún hay desafíos importantes en el sistema que impiden romper este ciclo.
