Artesanos de 6 comunas de la Región de Coquimbo experimentaron un viaje a las
raíces: conocieron una valiosa colección de vasijas tradicionales de la herencia
Diaguita que inspira sus obras. Para la mayoría de los cultores, esta visita técnica -que
es parte de un programa formativo desarrollado por Fundación Artesanías de Chile y el
Gobierno Regional de Coquimbo- significó explorar por primera vez este espacio
cultural profundizando en el estrecho vínculo de su oficio con este patrimonio
arqueológico.
OVALLE. Para expandir sus saberes en torno el patrimonio prehispánico de la provincia
del Limarí, fortalecer la identidad local en sus procesos creativos y revitalizar la tradición
alfarera del pueblo Diaguita que inspira sus obras, un grupo de 16 ceramistas de
Paihuano, Vicuña, La Serena, Coquimbo, Ovalle y Río Hurtado visitó el Museo del Limarí
en Ovalle para conocer en primera persona las obras que este espacio cultural resguarda:
una colección de 2.200 objetos arqueológicos, que corresponden principalmente a piezas
de cerámica pertenecientes a las culturas Molle, Ánimas y Diaguita presentes en el norte
semiárido chileno.
“Estas iniciativas son muy importantes, porque permiten catalizar el pasado, el
presente y el futuro de las artesanías en el territorio. Es la interacción de las
artesanas y artesanos la que permite poner en valor y relevar la importancia de su
trabajo en un proceso que es continuo y que está vivo”, asegura Marco Sandoval,
director del Museo del Limarí.
Para la mayoría de las cultoras y cultores, esta visita técnica significó explorar por primera
vez este espacio cultural. Por ello, para dar inicio a esta jornada, las artesanas y
artesanos participaron de una charla junto a Gabriel Cantarutti, destacado arqueólogo de
la región y quien ha investigado acabadamente al pueblo Diaguita y los códigos visuales
de su cerámica. “Fue un honor poder compartir los conocimientos que se han ido
recabando producto de la investigación, pero por sobre todo tender esos puentes o
caminos desde la academia -que muchas veces están cortados-, con artesanas y
artesanos que tienen interés por buscar inspiración o recrear técnicas, motivos y
elementos de ese rico pasado prehispánico”, expresó Cantarutti.
Luego de la charla, las cultoras y cultores realizaron un recorrido por la exposición
permanente del museo, donde pudieron poner en contexto el valor estético de estas
cerámicas y conocer más sobre su historia, tradición e iconografía. Finalizado el recorrido,
y con la guía de mediadores del museo, exploraron el sitio que resguarda la colección
patrimonial, donde además de profundizar en el estrecho vínculo de su oficio con este
patrimonio, pudieron adquirir conocimientos técnicos sobre el rescate y la conservación de
estas piezas.
“Ver las piezas de cerca fue una experiencia conmovedora. Entrar al depósito de
colecciones no solo significó una experiencia visual, donde pudimos ver el
sorprendente nivel de la cerámica diaguita y molle, sino también vivir un momento
inolvidable, en el que pudimos tocar y sentir la liviandad de sus piezas, que nos va
a permitir mejorar y perfeccionar nuestro oficio”, reflexionó Javiera Godoy, artesana
de la agrupación Nai Ceramistas de las localidades de Horcón y Alcohuaz del Valle del
Elqui.
Esta visita técnica permitió complementar de forma concreta el proceso formativo que
vienen realizando 22 ceramistas de seis territorios de la región desde julio del año
pasado, que contempla 52 horas de capacitación. “Desde el Gobierno Regional, junto con
el Consejo Regional, hemos apoyado este programa porque creemos en el valor sus
actividades formativas como motor de desarrollo local. Nos llena de orgullo ver que
estas herramientas fortalecen su trabajo, su identidad y sus oportunidades de
crecimiento”, expresó Cristóbal Juliá, gobernador de la Región de Coquimbo.
Finalizada la etapa formativa, el programa “Recuperación económica de la artesanía
tradicional de la Región de Coquimbo” contempla la comercialización de parte de sus
obras en las tiendas de Fundación Artesanías de Chile, potenciando una línea de trabajo
artesanal que tiene un origen más reciente, explica Angélica Willson, directora ejecutiva
de la fundación: “las cultoras y cultores que participaron de este programa
comparten el mérito de haber desarrollado un trabajo sistemático de investigación,
observación y rescate de producciones artesanales que forman parte de
colecciones museográficas de la cultura Diaguita. Se trata de un ejercicio
patrimonial, que los instó a desplegar su talento y desarrollar las técnicas
necesarias para lograr reproducir obras prácticamente idénticas a las originales,
contribuyendo a la difusión de nuestro patrimonio y herencia cultural”.
