En un ambiente de profundo cariño, respeto y reconocimiento, Francisco Sánchez Rivera, destacado director de Coquimbo Unido, fue despedido ayer al mediodía en el corazón de Coquimbo.
Familiares, amigos y dirigentes del club se reunieron para rendir homenaje a este “Pirata” ejemplar, cuyo trabajo incansable contribuyó al crecimiento del equipo. Su humor característico y su capacidad de escucha dejaron una huella imborrable en quienes lo conocieron.
A los 62 años, una enfermedad puso fin a su vida. La misa funeral, celebrada en la Iglesia San Pedro, congregó a la comunidad aurinegra, amigos y miembros del Club Rotary, quienes recordaron su valiosa labor en la ciudad.
La ceremonia estuvo llena de momentos emotivos. El sacerdote destacó el legado de Francisco, resaltando su amor por la familia y su compromiso con diversas causas.
Familiares y amigos compartieron anécdotas y recuerdos. Su hijo Ignacio leyó una carta de un amigo cercano, y el presidente de Coquimbo Unido, Jorge Contador, elogió la trayectoria de Francisco y la importancia de la familia Sánchez en la historia del club.
Los miembros del Club Rotary entonaron una canción en su honor, destacando su pasión por el servicio y su dedicación a sus ideales. Antes del cortejo fúnebre, el grupo “Los Mena” interpretó el himno de Coquimbo Unido, como último adiós a “Kiko” Sánchez.
Duelo Aurinegro
En señal de duelo, los jugadores de Coquimbo Unido vestirán de negro en el próximo partido en el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso, honrando la memoria de su director, quien dedicó 30 años de servicio desinteresado al club.
