( BioBio.cl ) El paisaje en Putaendo es desolador. Los crianceros apilan los cadáveres de sus animales y les prenden fuego para evitar problemas sanitarios, mientras que los vivos luchan contra la desnutrición. Algunos de ellos -por decisión de sus dueños, en un acto casi heroico- son liberados para que ellos busquen por sus propios medios alimento y agua.
¿La razón? La pequeña comuna de la región de Valparaíso atraviesa por la peor crisis hídrica de los últimos 60 años, según aseguran desde la municipalidad. Los resultados están a la vista: los ríos se secaron, los cerros cambiaron su color y poco queda de vegetación.
Paradójicamente, el nombre de Putaendo proviene del mapudungún Putraintú o Puthrayghentú. Es decir, “manantiales que brotan de pantanos”. De eso, nada o muy poco.
Radio Bío Bío recorrió la comuna donde habitan cerca de 17 mil personas y conversó con los crianceros perjudicados, quienes calculan que ya han perdido unas 2 mil 500 cabezas de ganado por hambre y sed.
“Los habitantes de Putaendo ya no podemos esperar más”, dice Freddy Moreno, vocero de los afectados, quien compara la situación de la región de Valparaíso con la de Coquimbo, donde -sostiene- no ha llegado ayuda concreta pese a los anuncios del Gobierno.
“No han recibido nada”, afirma.
Según señalan los habitantes de la zona, en lo que va del año prácticamente no ha llovido. Calculan en 8 los milímetros de agua que ha caído, aunque no se sabe a ciencia cierta cuánto ha precipitado, puesto que el Estado no tiene informes públicos sobre la situación actual de Putaendo. En efecto, BioBioChile constató que ni la Dirección Meteorológica de Chile ni Agromet -dependiente del Ministerio de Agricultura- poseen reportes actualizados de la zona.
El panorama se repite con las temperaturas. Los termómetros durante esta semana -es decir, en pleno invierno- bordearon los 30 grados Celsius, pero tampoco hay registros públicos específicos de la estación ubicada en la localidad.
Rumbo al cerro, en busca de pastos
El problema en Putaendo radica en la falta de follaje. Al no tener cómo hacerse cargo de los animales, algunos crianceros han determinado dejarlos libres, para que ellos mismos busquen alimento.
Lamentablemente, no existen pastos en el terreno plano, por lo que suben los cerros, donde aún queda hierba, pero cuyos accesos son en muchos casos mortales. Y no es una exageración, pues la mayoría de los animales han perdido la vida intentando obtener alimento en las alturas. Pierden el equilibrio o el terreno cede y el ganado se desbarranca por varios metros.
“Se caen y no se paran más, están muy flacas”, dice Adán, uno de los crianceros del lugar, quien afirma que pasó de tener 200 a sólo 70 animales producto de la sequía.
“Es el peor año (…) (Estamos) mal y no sabemos cómo va a ser más adelante. Imagínese en verano”, asevera.
Las pérdidas son cuantiosas y se podría prolongar en el tiempo. Ejemplo de ello es que varios ganaderos ya anunciaron que no producirán el tradicional queso de cabra este año, pues la poca leche que producen son empleadas para mantener vivas a las crías.
“La situación ya no resiste más (…) Se está afectando la economía familiar campesina, el comercio local también, por lo tanto es el Estado el que debe responder de manera eficiente”, señala Mauricio Quiroz, asesor de la municipalidad de Putaendo.
Soluciones
El pasado 9 de agosto, el Ministerio de Agricultura decretó Zona de Emergencia Agrícola por sequía para toda la región de Valparaíso, a excepción del territorio insular.Lee también…Ministerio de Agricultura decreta Zona de Emergencia Agrícola para región de Valparaíso por sequía
Según explicaron las autoridades reunidas en el Ministerio de Agricultura, van 10 años de sequía en la región de Valparaíso, por lo mismo en las zonas interiores no hay agua y tampoco alimento para los animales que están muriendo de hambre y sed.
Con la implementación de la medida se liberarán más de 3 mil millones de pesos por parte del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), para ir en ayuda de los crianceros que están perdiendo sus animales.
En la oportunidad, el ministro Walker mostró su preocupación debido al actual panorama que afecta a la zona, e indicó que “el primer llamado es a administrar bien el agua”, acotando también que son 100 mil hectáreas las que deben ser cuidadas.
El secretario de Estado manifestó que la “primera, segunda y tercera prioridad es (que el agua sea) bebida para el consumo humano”, y agregó que los esfuerzos para el futuro estarán concentrados en tecnificar el riego en la región.
El intendente de Valparaíso, Jorge Martínez, expresó por su parte que el agua para consumo humano está asegurada. En ese sentido, se espera contar pronto con los recursos para hacerla llegar a las zonas del interior y evitar que sigan muriendo animales por falta de agua y alimento.