Un “burrero” de 20 años, que llegó a Iquique para dejar un cargamento de droga, murió a bordo de un bus cuando retornaba a Bolivia.
Según lo consignado por el medio boliviano El Deber, Luis Felipe Roca Muiba murió cuando iba a bordo de un bus que cubría el trayecto de Iquique a Oruro, cuyo deceso fue informado por el conductor de la máquina a la policía boliviana a metros del paso fronterizo de Colchane-Pisiga.
En ese lugar un médico le practicó diversas maniobras de reanimación a Roca Muiba, pero no hubo éxito ya que estaba fallecido. Minutos antes los pasajeros notaron que el joven había transpirado profusamente, pero no pidió auxilio.
Posteriormente agentes de la Fuerza Especial de Lucho Contra el Crimen (FELCC) realizaron peritajes y trasladaron el cadáver hasta la morgue de Oruro, donde se le practicó el examen forense que determinó que Luis Felipe había muerto por “fibrilación ventricular secundaria e intoxicación por sustancias controladas”, es decir, por la aceleración extraordinaria del ritmo cardiaco e intoxicación debido a que se le reventó uno de los ovoides con clorhidrato de cocaína que escondía en su estómago.
Pero, ¿qué hizo que Luis Felipe mantuviera aún ovoides en su organismo, siendo que su objetivo era dejar la droga en Iquique? Orlando Zapata, fiscal de Oruro, comentó que la indagatoria preliminar revela que la víctima sí había llegado a Chile con el cargamento, pero al no encontrar al receptor de la mercancía, retornó a Bolivia, falleciendo en la frontera.