La crisis por diez días que vivió Osorno, por la falta de suministro de agua potable, dejó al descubierto la precariedad con que trabaja la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) que es la encargada de velar por la cantidad, calidad y continuidad del agua potable.
Según datos dados a conocer por El Mercurio, el número de de clientes de servicios sanitarios llega a los 5,2 millones, la SISS tiene sólo 30 fiscalizadores en el país.
“Menos de 3 por región”, según señaló esta semana el titular del MOP, Alfredo Moreno. Por lo que el exsubsecretario de de Obras Públicas (MOP) Sergio Galilea llamo a duplicar los profesionales con que cuenta la SISS.
Como muestras del problema, las regiones de Arica, Tarapacá, Antofagasta, Coquimbo, Los Ríos, Aysén y Magallanes tienen un equipo formado por apenas un fiscalizador.
En el país existen 241 plantas de agua de empresas sanitarias, pero además la SISS debe fiscalizar sistemas administrados por municipios, por lo que suman 385.