Los delitos en los sectores rurales de Ovalle continúan sin freno. Esta vez, un nuevo ataque delictual afectó al Fundo San Julián, donde antisociales ingresaron durante la jornada del martes provocando daños y pérdidas avaluadas en más de $40 millones.

El administrador del predio, Merlín Rivera, relató que los desconocidos “botaron panderetas y se llevaron principalmente cables eléctricos, causando más destrozos que lo que realmente sustraen”.
“En otros fundos también han robado cables, insumos y hasta tractores. Esto está completamente desatado y no hay respuesta de las autoridades. Las denuncias se hacen, pero los robos siguen ocurriendo”, lamentó Rivera.
El afectado explicó que los delincuentes solo buscan el cobre contenido en los cables: “Rompen líneas principales, destruyen transformadores y casetas de riego. Todo eso nos impide trabajar y genera pérdidas mucho mayores de lo que ellos logran vender”.
Según el administrador, esta situación no es aislada. Desde hace al menos tres años los robos a predios agrícolas y a paneles solares se han vuelto cada vez más frecuentes. “No hay fin de semana en que no sepamos de otro robo en el campo. Es una cuestión de nunca acabar”, afirmó.
Rivera concluyó denunciando la ausencia de patrullajes y vigilancia en las zonas rurales, lo que mantiene a muchos agricultores “en tierra de nadie”.