Ovalle. Una historia marcada por la perseverancia y el trabajo en equipo tuvo un desenlace esperanzador en el Hospital de Ovalle. La familia de Elías Michea, un niño que nació con diabetes neonatal, consiguió acceder exitosamente a una bomba de insulina con financiamiento público, un dispositivo inteligente que automatiza la administración del tratamiento y que mejorará significativamente su calidad de vida.

Debido a la rareza de su diagnóstico —una enfermedad metabólica congénita que lo hace dependiente de insulina desde su nacimiento—, el caso de Elías no estaba cubierto por la Ley Ricarte Soto, lo que impedía obtener el tratamiento a través del sistema público. Sin embargo, gracias a las gestiones conjuntas del Hospital de Ovalle, el Servicio de Salud Coquimbo y el compromiso de su equipo médico, se logró concretar la adquisición del dispositivo.
“Elías nació con una diabetes neonatal, una enfermedad muy rara en la cual él nace siendo diabético. Desde que nació ha requerido uso de insulina para mantenerse bien”, explicó el doctor Eduardo Pinilla, jefe de Pediatría del Hospital de Ovalle.
El especialista destacó el rol de la doctora Tamara Ortiz, endocrinóloga del recinto, quien lideró las gestiones para conseguir el dispositivo. “Elías es un paciente muy complejo; es el único de su edad en la región que actualmente recibe la bomba de insulina. Los controles por su enfermedad se realizan en Santiago, pero esperamos que, una vez estabilizado, podamos continuar su seguimiento directamente desde Ovalle, en coordinación con los especialistas de allá”, añadió Pinilla.
Por su parte, Grace Álvarez, madre de Elías, relató el difícil camino recorrido.
“Esta diabetes no entra en la Ley Ricarte Soto. La doctora Ortiz luchó mucho para que él pudiera tener una glicemia más estable, porque es tan pequeño que todo le afecta. Estuvo hospitalizado cuatro meses y fue muy duro”, comentó emocionada.
También agradeció al equipo de salud por su compromiso.
“Siempre estuvieron pendientes, tratando de apurar el proceso. Sé que todo requiere trámites y aprobaciones, pero siempre tuve esperanza, porque veía que todos en el hospital querían lo mejor para Elías. Se portaron súper bien, se nota que son humanos, porque al final es un bebé”.
Con la implementación de la bomba de insulina, Elías podrá dejar atrás los múltiples pinchazos diarios y recibir su tratamiento de forma automática, regulando su glicemia con mayor precisión y seguridad.
Este logro representa no solo un alivio para su familia, sino también un ejemplo del compromiso humano y profesional del Hospital de Ovalle, que continúa trabajando por una atención integral y equitativa para todos sus pacientes, incluso en condiciones poco frecuentes.