Ovalle, 2 de octubre de 2025. – Un hito en la salud con enfoque intercultural se vivió en el Hospital Provincial Dr. Antonio Tirado Lanas de Ovalle, donde por primera vez un parto fue acompañado por una meyka diaguita, autoridad ancestral de salud perteneciente a la comunidad Kaikama Tatul Guayaquil de Monte Patria y al Consejo Kakano de Limarí.

La meyka María Angélica Araya guio el nacimiento de Eloísa, hija de Katherine Barraza, de la Comunidad Diaguita Alkasi Kaylla de Ovalle, en una experiencia que unió la medicina tradicional con la sabiduría ancestral del pueblo diaguita.
Ritual y acompañamiento
Durante el proceso, se incorporaron oraciones, cantos, instrumentos diaguitas y un baño de hierbas medicinales para la recién nacida, además de la participación de la meyka en el corte del cordón umbilical.
“Me siento satisfecha porque todo salió bien, la bebé está sana y su mamá quedó bien. Es muy importante para mí dar vida”, señaló María Angélica Araya, destacando el valor espiritual y cultural del momento.
En la tradición diaguita, el recién nacido es santiguado con la sangre del parto, se demora el corte del cordón umbilical por al menos una hora y se realiza un baño con hierbas protectoras contra el mal de ojo, además de beneficios para la piel y la salud del bebé.
Salud intercultural
El director del hospital, Leopoldo Oyaneder, resaltó que este paso “fortalece el vínculo de las comunidades diaguitas con nuestro hospital y con el sistema de salud”.
Por su parte, Carolina Rojas, referente del Programa Especial de Salud y Pueblos Indígenas, valoró la experiencia como un precedente:
“Esta primera atención abre el camino para nuevas prácticas. Fue la propia madre quien pidió ser acompañada por la meyka y, como hospital, hicimos todos los esfuerzos para que viviera su parto tal como lo deseaba”.
La madre contó con aromaterapia, guateros de semillas, climatización de sala, libertad de movimiento y decisión sobre la posición de parto.
En tanto, la matrona Danitza Montiel, encargada de la atención clínica, destacó el trabajo conjunto:
“Fue una experiencia de aprendizaje mutuo. Logramos unir la medicina con la sabiduría ancestral, siempre priorizando la seguridad y el bienestar de madre e hija”.