El establecimiento educacional de Coquimbo denunció que desconocidos ingresaron a sus dependencias, robando alimentos de la Junaeb, instrumentos y causando graves daños en la infraestructura. Más de 670 estudiantes quedaron sin agua y sin suministro alimenticio para la semana.
La comunidad educativa del Colegio Santo Tomás de Aquino de Tierras Blancas denunció ser víctima de un nuevo hecho delictual, el sexto en lo que va de 2025. El robo se registró durante la madrugada de este lunes y fue descubierto por los primeros funcionarios que llegaron a trabajar alrededor de las 7:15 horas.
Según relató Sergio, profesor del establecimiento, los delincuentes ingresaron por la zona del comedor y se llevaron la totalidad de los alimentos almacenados para el servicio de alimentación escolar.
“Las dependencias fueron violentadas, se metieron al comedor donde está el depositario de alimentos de la Junaeb y se robaron todo. Además, dejaron destrozos: basureros con basura y leche desparramada, baños orinados y con deposiciones”, denunció el docente.
El robo no solo afectó la provisión de comida, que constituye el principal sustento diario para muchos de los 670 alumnos que estudian en la escuela, sino también el normal funcionamiento del establecimiento, ya que los antisociales sustrajeron el medidor de agua, dejando a toda la comunidad sin suministro.
“Algunos estudiantes tienen estas comidas como su única instancia de alimentación en el día. Con lo ocurrido, nos quedamos sin abastecimiento para la semana, ya que el último reparto se realizó el viernes”, explicó el profesor.
Reiterados ataques y medidas insuficientes
El colegio ha sido blanco de seis hechos delictuales en lo que va del año. Aunque en ocasiones anteriores los delincuentes no lograron concretar su ingreso, esta vez sí vulneraron salas de clases, robaron instrumentos y vaciaron el kiosco escolar.
“Los estudiantes alcanzaron a ver cómo los sujetos entraban con la puerta abierta. Hemos tomado medidas, incluso contratamos un guardia de seguridad, pero solo vino un fin de semana. Intentamos reforzar el perímetro, pero no ha sido suficiente”, añadió el docente.
El corte de agua generado por la sustracción del medidor obligó a evaluar la suspensión de clases, situación que podría haber complicado aún más a los niños y sus familias.
La comunidad escolar exige mayor seguridad y apoyo para enfrentar la reiterada vulneración de su establecimiento, que no solo afecta la infraestructura, sino que compromete directamente el bienestar y la alimentación de cientos de estudiantes de Tierras Blancas.