Serán 17 nuevas atalayas distribuidas en la Costanera, La Herradura, Totoralillo, Guanaqueros y Tongoy. La iniciativa busca mejorar las condiciones de trabajo de los salvavidas y entregar mayor tranquilidad a los visitantes del borde costero.
El Concejo Municipal de Coquimbo aprobó de manera unánime la instalación de 17 nuevas torres de vigilancia en las principales playas de la comuna. La iniciativa, que contempla una inversión de $250 millones de recursos municipales, tiene como objetivo dignificar la labor de los salvavidas y reforzar la seguridad de residentes y turistas, especialmente en temporada estival.
Las actuales estructuras presentan un deterioro considerable, lo que ha dificultado la labor de rescate y generado preocupación entre vecinos y visitantes. Por ello, el proyecto fue elaborado por la Secretaría Comunal de Planificación (SECPLAN) y la Oficina de Gestión de Riesgos y Desastres (GRDE), incorporando un diseño que permita un uso eficiente y seguro.
Características técnicas
Cada torre contará con 9 m² de superficie interior, equipada con mesón de vigilancia y ventanas con cortinas metálicas. Además, dispondrán de una terraza exterior de 4 m² con rampa de acceso y pasamanos, mejorando la atención en casos de emergencia. Se trata de estructuras desplazables, lo que permite adaptarlas ante situaciones de riesgo y reduce el impacto ambiental.
Distribución de las atalayas
- 8 en la Avenida Costanera
- 4 en La Herradura
- 1 en Totoralillo
- 1 en Guanaqueros
- 3 en Tongoy
Palabras del alcalde
El alcalde Ali Manouchehri destacó la importancia de esta inversión:
“Las actuales atalayas ya cumplieron su vida útil. Para nuestra gestión es fundamental entregar seguridad a las familias y que los salvavidas cuenten con condiciones óptimas de trabajo para resguardar la vida de quienes visiten nuestro borde costero”.
Formación de nuevos rescatistas
El municipio además continúa impulsando la Escuela de Salvavidas, donde los futuros rescatistas se capacitan en rescate acuático, primeros auxilios y técnicas de atención de emergencias. Este proceso culmina con una certificación que les permite integrarse al equipo de salvataje comunal.




