Estudio liderado por la Dra. Carmen Romero demostró que la reintroducción de los microARNs miR-145 y miR-23b en células tumorales reduce su proliferación, capacidad de invasión y resistencia a fármacos, abriendo el camino hacia nuevas terapias dirigidas.
Frente a uno de los cánceres con menor sobrevida y con limitados avances terapéuticos, un equipo de investigadores del Hospital Clínico Universidad de Chile logró un hallazgo prometedor: al restaurar simultáneamente los microARNs miR-145 y miR-23b en células de cáncer de ovario epitelial, se logró disminuir su proliferación, su capacidad de invasión y su resistencia a medicamentos.
El trabajo, publicado en Molecular Medicine Reports y liderado por la profesora Dra. Carmen Romero, jefa del Laboratorio de Endocrinología y Biología de la Reproducción, comprobó que esta estrategia reduce la expresión de tres proteínas clave en la progresión tumoral: c-MYC, ZEB1 y ABCB1.
En pruebas realizadas con tres líneas celulares (A2780, SKOV-3 y OV-90), el tratamiento combinado logró disminuciones de hasta 82,6% en la invasión y de 73% en la expresión de c-MYC, dependiendo del modelo. Además, las evaluaciones con marcadores como Ki-67 confirmaron una menor proliferación celular en comparación con los grupos de control.
Según la Dra. Romero, el reto ahora es desarrollar un método para dirigir estos microARNs directamente al tumor, sin afectar otros tejidos, lo que permitiría avanzar desde un resultado de laboratorio hacia una terapia oncológica efectiva y precisa.