Un nuevo acto de vandalismo ha remecido a la comunidad de Illapel, luego de que varias familias descubrieran el lunes 14 de julio que los nichos de sus seres queridos en el Cementerio Municipal habían sido violentados. La escena fue desoladora: estructuras dañadas, adornos robados y una profunda sensación de tristeza e impotencia entre quienes solo querían rendir homenaje a sus difuntos.
Las imágenes muestran el nivel de destrucción. En la primera fotografía se observa una cerradura completamente forzada, evidenciando el uso de herramientas para abrir violentamente las estructuras. En la segunda imagen, un ventanal de vidrio aparece roto en múltiples partes, con esquirlas esparcidas entre flores artificiales cuidadosamente dispuestas por familiares, quienes ahora ven cómo su esfuerzo por mantener estos espacios dignos ha sido arrasado sin respeto alguno.


“No podemos creer lo que hicieron. Siempre cuidamos este lugar con cariño”, expresó una de las personas afectadas, visiblemente emocionada. Aún más indignante fue la respuesta recibida tras denunciar el hecho: el municipio indicó que no puede tomar medidas, ya que el camposanto no cuenta con vigilancia nocturna.
Vecinos y dolientes exigen medidas urgentes. La falta de seguridad en un espacio considerado sagrado ha desatado una ola de críticas, mientras la comunidad se pregunta con frustración: “¿Cómo es posible que ni los muertos estén a salvo?”
Las familias piden respeto, resguardo y acción inmediata de parte de las autoridades. La tranquilidad de sus difuntos y la dignidad de quienes los recuerdan no puede seguir siendo vulnerada.