Tras la nueva postergación del proyecto del tranvía, los alcaldes de La Serena y Coquimbo han iniciado una cruzada para implementar un tren de pasajeros que conecte ambas ciudades, utilizando la actual línea férrea que hoy opera la Compañía Minera del Pacífico (CMP).
Ambos ediles se reunieron en Santiago con autoridades del Ministerio de Obras Públicas y la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), quienes luego visitaron la región para analizar en terreno la factibilidad del trazado.
La idea surge como una respuesta urgente a los problemas de congestión, movilidad y seguridad vial que afectan diariamente a la conurbación, especialmente tras el estancamiento de soluciones estructurales.
El gran escollo: CMP
El principal obstáculo para concretar el tren urbano es la disposición de CMP, propietaria de la vía férrea. En ese contexto, el diputado Daniel Manouchehri fue tajante:
“Durante años, la salida de mineral por Guayacán ha afectado la calidad de vida de Coquimbo. Que CMP colabore sería una forma mínima de compensar ese daño”.
Advirtió además que, de no haber voluntad, podrían explorarse vías legales para asegurar el uso del trazado en favor de la ciudadanía.
El diputado Víctor Pino, en tanto, respaldó la propuesta señalando que es más práctica y económica que un tranvía, pero reconoció que requiere estudios serios y, sobre todo, la luz verde de CMP:
“Sin su autorización, todo queda en el aire”.
Por su parte, el diputado Ricardo Cifuentes advirtió sobre las dificultades técnicas del proyecto: la línea tiene trocha angosta, es de uso minero permanente y está alejada de zonas densamente pobladas. Además, es de una sola vía, lo que limitaría la operación simultánea de trenes. Cifuentes propuso como alternativa vías reversibles o acelerar proyectos como el bypass La Serena-Coquimbo, sin abandonar el tranvía como solución definitiva.
Llamado a la voluntad empresarial
El alcalde Ali Manouchehri reiteró que no se está pidiendo financiamiento a CMP, sino solo la voluntad de colaborar:
“Que compartan su línea férrea para pasajeros es parte de la responsabilidad social de una empresa que opera en medio de nuestra comunidad”.
¿Solución real o promesa más?
Mientras el debate político y técnico continúa, la ciudadanía espera certezas. El uso de la infraestructura existente podría parecer una solución accesible y de bajo costo, pero sin el compromiso de CMP y estudios serios de viabilidad, el tren urbano podría terminar siendo una nueva promesa que se suma a la larga lista de proyectos inconclusos en la conurbación.
Lo cierto es que la urgencia por descongestionar La Serena y Coquimbo es evidente, y cualquier avance dependerá tanto de la voluntad política como de la colaboración público-privada. Por ahora, el proyecto sigue en etapa de conversaciones, y la comunidad mira con atención si esta vez, finalmente, se pasa de las palabras a los hechos.