Una tarde familiar en la Avenida Costanera terminó en consternación para Natalia García y su hijo, quienes presenciaron el atropello de un perro comunitario por parte de una camioneta perteneciente a funcionarios municipales de Coquimbo, el pasado jueves 19 de junio. El hecho ocurrió cerca del sector de la Caleta Los Pescadores, generando indignación en redes sociales y entre vecinos del sector.
Según relató la testigo a Radio Riquelme, el vehículo transitaba a alta velocidad por el borde costero, cuando varios perros comenzaron a ladrarle. En ese momento, uno de los animales fue impactado por la camioneta. “Iba con mi familia caminando cerca de la plaza de Calistenia, en la playa de Peñuelas.
Me llamó la atención la velocidad con la que se desplazaba el vehículo municipal. Los perros corrieron hacia él, ladrando, y fue entonces cuando atropelló a uno de ellos”, señaló aún afectada. Asegura que los inspectores descendieron del vehículo tras el incidente, recogieron al perro herido y lo subieron al pick up envuelto en un saco. “El perrito gritó fuerte… luego se quedó en silencio”, describió. Pese a que intentaron acercarse, la camioneta se retiró rápidamente del lugar.El municipio de Coquimbo lamentó públicamente lo sucedido, confirmando el fallecimiento del animal a pesar de los intentos de asistencia durante su traslado. Mediante un comunicado, informaron que las camionetas del equipo GRDE cuentan con autorización de la Gobernación Marítima para circular por el borde costero, como parte de sus funciones de fiscalización y resguardo.
En cuanto al perro, el municipio indicó que se trataría de un “perro comunitario”, una figura reconocida por la Ley N° 21.020 sobre Tenencia Responsable de Mascotas. Ante la falta de un responsable directo, se procedió al retiro del cuerpo bajo los protocolos de bioseguridad establecidos.“Reiteramos nuestro compromiso con el bienestar animal y una gestión responsable ante estos hechos”, expresaron desde la casa consistorial.Natalia, profundamente impactada por la situación, presentó una constancia en la Capitanía de Puerto, destacando que este tipo de hechos también podrían afectar a personas que transitan por la playa. “Mi hijo quedó muy afectado. Él reconoció a ese perrito, porque la semana pasada habíamos compartido con ellos. Eran muy amigables con la gente que frecuenta el lugar”, señaló conmovida.El hecho ha generado un fuerte debate ciudadano respecto a la velocidad con que circulan vehículos oficiales en espacios públicos y sobre el trato hacia los animales comunitarios.