Salamanca, Chile – Lo que inició como un problema administrativo se ha transformado en una emergencia sanitaria en la comuna de Salamanca. Cientos de familias, principalmente de zonas rurales como El Arrayán, Cancha Brava y Colliguay, se encuentran sin acceso regular a agua potable debido a la interrupción del servicio de camiones aljibe.
La raíz del problema es una deuda del gobierno provincial con los operadores de camiones aljibe, que supera los seis meses de impago. Esta situación ha provocado un paro indefinido por parte de los conductores y proveedores, paralizando el suministro vital.
El alcalde de Salamanca, Carlos Lillo, ha expresado una dura crítica hacia el gobierno, acusando abandono institucional y exigiendo una solución inmediata. “Estamos enfrentando una situación insostenible. La falta de compromiso por parte del gobierno provincial ha dejado a miles de salamanquinos sin acceso a agua, un recurso esencial. Hemos tenido que intervenir con fondos municipales, lo que claramente no es una solución a largo plazo”, señaló Lillo.
La crisis ha obligado al municipio a redestinar fondos de emergencia, originalmente destinados a otras prioridades, generando indignación entre los vecinos. Laura Tapia, presidenta de la junta de vecinos de El Arrayán, manifestó la gravedad de la situación: “Hay personas mayores con discapacidad, incluso postradas, que no tienen acceso al agua. Nuestros vecinos están muy molestos, y con toda razón”.
Más del 40% de la población de Salamanca depende exclusivamente de estos camiones para su abastecimiento de agua. A pesar del compromiso municipal, las autoridades locales advierten que no cuentan con los recursos ni las facultades para mantener un servicio que es responsabilidad directa del Estado.
Ante este escenario crítico, las autoridades locales hacen un llamado urgente a la Delegación Presidencial del Choapa y al gobierno central para que tomen medidas. La postergación de esta urgencia pone en riesgo la salud, dignidad y seguridad de los habitantes de Salamanca.
