En un caso que ha conmocionado a la comunidad de La Serena, una madre denuncia que su hijo de solo seis años fue víctima de una agresión brutal en el Colegio Santo Tomás. Según relata, al menos cinco estudiantes, presuntamente liderados por una alumna de séptimo básico, lo golpearon y lo ahorcaron en un episodio que pudo haber tenido consecuencias fatales.
La madre, visiblemente afectada, explicó que el incidente ocurrió el miércoles pasado durante el recreo de almuerzo. En ese momento, su hijo, que tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA) Tipo 1, fue atacado por varios compañeros. La madre relata que la agresión comenzó cuando una compañera de su hija mayor le levantó el dedo del medio a su hijo, y él, para defenderse, hizo lo mismo. A partir de ahí, los niños comenzaron a empujarlo y a golpearlo en distintas partes del cuerpo, principalmente en la cabeza, el tórax y el abdomen.
Lo más grave, según la madre, fue cuando uno de los niños se subió a los hombros de su hijo y empezó a ahorcarlo, mientras otros lo sujetaban por el cuello y le propinaban golpes. La víctima, en medio del miedo y la angustia, sentía que no podía respirar y que iba a perder la vida. Solo fue gracias a la intervención de un adulto que los agresores lo soltaron y pudo escapar, aunque quedó en estado de shock.
Tras el incidente, la familia realizó la denuncia en la Policía de Investigaciones (PDI), constató lesiones y acudió a la Superintendencia de Educación. Sin embargo, la madre expresa su frustración por la falta de respuestas concretas del colegio, que solo anunció que investigaría el caso y que le daría unos días para que su hijo pudiera volver a clases. Además, se enteró, por otras madres, que algunos de los niños implicados solo recibieron una suspensión de dos días.
La madre denuncia que su hijo quedó con lesiones físicas y un grave daño psicológico. La víctima sufrió contusiones, un esguince cervical y crisis de angustia, además de expresar miedo y tristeza por lo ocurrido. Ella asegura que, si no fuera por la intervención oportuna, su hijo podría haber estado en riesgo de muerte: “Pasaron dos minutos más y mi hijo estaría muerto, ahorcado por cinco niños”, afirmó con angustia.
Preocupados e impotentes, los padres y la comunidad escolar exigen justicia y medidas efectivas para proteger a los menores. La madre denuncia que, por ser menores de 14 años, los agresores son inimputables y que siente que la justicia no ha hecho lo suficiente. “Esto fue un intento de asesinato”, concluyó.