La alcaldesa Norambuena ha anunciado una significativa primera medida para enfrentar la compleja crisis financiera que atraviesa el municipio. A partir del 1 de junio, se implementará una estricta limitación en el pago de horas extraordinarias, restringiéndolas exclusivamente a aquellos funcionarios cuyas labores sean consideradas esenciales para el funcionamiento básico y la seguridad de la comunidad.
Esta decisión, que busca optimizar los recursos municipales y generar un ahorro sustancial en la partida de remuneraciones, afectará principalmente al personal administrativo y a aquellos que no desempeñen funciones críticas. Los cargos que se mantendrán con la posibilidad de acceder a horas extras incluyen a auxiliares, conductores, inspectores de seguridad ciudadana y personal de emergencia. Esta priorización busca asegurar que áreas vitales como la mantención de servicios básicos, el transporte municipal, la vigilancia y la respuesta ante situaciones de urgencia no se vean comprometidas por los recortes.
La medida refleja la urgencia con la que la administración municipal está abordando la situación económica, buscando reordenar las finanzas y garantizar la sostenibilidad de los servicios públicos. Si bien no se han detallado aún otras acciones, se espera que esta sea la primera de una serie de decisiones orientadas a la austeridad y la eficiencia en el gasto municipal. La alcaldesa Norambuena ha enfatizado la necesidad de responsabilidad fiscal y ha llamado a la comprensión y colaboración de todos los funcionarios y la ciudadanía ante este escenario.