El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió este lunes 12 de mayo una advertencia de viaje de “Nivel 4: No viajar” para Venezuela, instando a sus ciudadanos a abandonar el país de inmediato ante los crecientes riesgos de seguridad, inestabilidad política y colapso de los servicios básicos.
En una declaración contundente, el gobierno norteamericano aconsejó a los ciudadanos que se encuentren en territorio venezolano a “prepararse para lo peor”, recomendando incluso redactar testamentos, designar beneficiarios de seguros de vida y establecer poderes notariales.
La medida llega en medio de un contexto cada vez más tenso. Venezuela enfrenta una crisis prolongada caracterizada por el deterioro económico, la represión política, escasez de servicios esenciales y altos niveles de criminalidad. En paralelo, decenas de miles de venezolanos han abandonado el país, muchos de ellos intentando llegar a Estados Unidos a través de rutas migratorias peligrosas.
La advertencia también coincide con la reciente decisión del gobierno estadounidense de revocar protecciones temporales contra la deportación para aproximadamente 300 mil venezolanos, lo que ha generado fuertes críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y sectores del Congreso.
Este nuevo llamado del Departamento de Estado refleja el deterioro de las relaciones entre Washington y Caracas, y apunta a un escenario de creciente riesgo para extranjeros, incluidos diplomáticos, trabajadores humanitarios y ciudadanos comunes que permanecen en territorio venezolano
