“El rostro del horror: dos mujeres asesinadas y un solo sospechoso une ambos crímenes” El silencio fue interrumpido por el llanto y la indignación. A las afueras del Juzgado de Garantía de La Serena, este viernes, las familias de María José Zambra y Ana María Pizarro se abrazaban en medio del dolor. Ambas mujeres fueron asesinadas con años de diferencia, pero hoy el destino une sus historias bajo el mismo nombre: José Alejandro Medina Ladera, ciudadano venezolano, ahora sindicado como el principal sospechoso de ambos crímenes.Durante la audiencia, el fiscal regional (s) Eduardo Yáñez y el fiscal Nicolás Zolezzi expusieron un cúmulo de antecedentes que, según la fiscalía, acreditan tanto la existencia de los delitos como la participación directa del imputado. Aunque en su momento Medina fue entrevistado solo como testigo, los nuevos hallazgos revelan una verdad más escalofriante.María José Zambra desapareció en agosto de 2019. Casi dos meses después, su cuerpo fue encontrado en la ribera norte del río Elqui, cerca del puente El Libertador. La brutalidad del crimen estremeció a la región: asfixiada por estrangulamiento, golpeada y posteriormente descuartizada. Incluso se presume que sus restos pudieron haber sido congelados antes de ser abandonados.En aquel entonces, tanto Medina como Ana María Pizarro —su pareja en ese momento— fueron entrevistados por la PDI. El nexo: un teléfono celular que pertenecía a María José pero tenía insertado un chip a nombre de Ana María. El mismo chip, como luego se comprobó, fue usado por el propio Medina.Cinco años después, en abril de 2025, Ana María también fue asesinada. Las coordenadas de su teléfono móvil la ubican por última vez cerca del domicilio de Medina, en Pampa Baja. Ese mismo día, el imputado la llamó en cuatro ocasiones. Testimonios clave y peritajes posteriores fortalecieron la presunción: sangre en el living, un cuchillo en el patio, y, finalmente, la confesión de una vecina que lo vio con el cuerpo cubierto con cartones dentro de su casa.“Medina la amenazó con un cuchillo. Le dijo que si hablaba, le haría lo mismo que a la mujer”, relató el fiscal Zolezzi en la audiencia. Según el testimonio, el cuerpo de Ana María fue desmembrado primero con un cuchillo, luego con una sierra eléctrica, y guardado en bolsas de basura.Actualmente, José Medina Ladera está detenido en el Estado Carabobo, Venezuela, donde fue arrestado el pasado fin de semana. El juez Pedro Rojas, tras revisar los antecedentes presentados por la fiscalía, solicitó formalmente la extradición del imputado y ordenó prisión preventiva mientras se tramita su regreso a Chile. La Corte de Apelaciones de La Serena será la encargada de resolver esta petición.Las familias, devastadas, no descansan. “No nos van a amedrentar”, dijeron los deudos de Ana María. “Queremos justicia para ambas mujeres, y que este hombre pague por lo que hizo”.Mientras la justicia chilena avanza, queda en manos del Estado venezolano permitir que Medina responda ante los tribunales nacionales por dos crímenes que estremecen por su brutalidad y que hoy tienen nombre y rostro: María José y Ana María.