El jueves por la mañana, la apacible rutina del Liceo Industrial José Tomás De Urmeneta, en Guayacán, Coquimbo, se vio abruptamente interrumpida por una manifestación de urgencia. Docentes, personal administrativo y estudiantes, con expresiones de mucha preocupación, se congregaron a las puertas del recinto, lanzando un ultimátum: “¡No más clases! La situación es insostenible”. El motivo de su protesta: una invasión de roedores que ha convertido las instalaciones en un foco de riesgo sanitario.
“La cantidad de ratones supera a la de alumnos”, declaró un educador, evidenciando la gravedad del problema. Se sospecha que los talleres, en particular el de electricidad, albergan nidos, donde incluso se han registrado incidentes con roedores electrocutados, representando un peligro inminente.
La comunidad educativa denuncia abandono. A pesar de sus intentos por mitigar la plaga, insisten en que la responsabilidad recae exclusivamente en el Servicio Local de Educación Pública. “La última inspección exhaustiva data de 2023”, afirman, “y bajo estas condiciones, la salud y seguridad de todos están comprometidas. Exigimos una acción inmediata”.
La suspensión de clases, resultado de la protesta, se mantendrá hasta obtener respuestas concretas. La comunidad educativa se siente vulnerable, expuesta a condiciones insalubres.
Desde Puerto Cordillera, el Servicio Local de Educación Pública, aseguran haber realizado fumigaciones preventivas durante el verano, incluyendo el Liceo Industrial José Tomás de Urmeneta el 3 de marzo, con labores de desinsectación, desratización y la instalación de 44 cebaderos. Ante la reciente alerta, se ha programado un tratamiento focalizado en las áreas críticas del recinto para la tarde del mismo jueves.
La comunidad educativa demanda soluciones definitivas, no paliativos. Su prioridad es un entorno seguro y saludable para el aprendizaje.
Fotografia Diario La Región
