Con un fervor latente y lleno de emoción, los peregrinos lograron vivir un hecho trascendental al interior de la hermosa Basílica Menor de la comuna minera, que por años, celebran dos festividades solemnes cruciales para la historia del país, la cultura y la religión. En una ciudad, que a lo largo del tiempo, se ha transformado en un eje valórico y patrimonial, para aquellos que desean venerar a la Chinita de Andacollo. ¿Por qué miles de peregrinos y bailes chinos de diversas regiones del país, se movilizan a esta comuna del norte del país? Será porque son cientos y cientos de años caminando, danzando o sirviendo a Nuestra Señora del Rosario. ¿Será porque esta es una fiesta que tiene más de 400 años de vida?, data que podemos justificar con la creación de la hermandad del Baile Barrera número 1, agrupación que se creo en 1584. Una trayectoria que ha aportado al quehacer cultural del país y de la región de Coquimbo.Fueron diversas autoridades las que se permitieron venerar la imagen y presencia de la Virgen del Rosario de Andacollo. Desde el Arzobispo René Rebolledo, el Monseñor Enrique Balzán, en conjunto con el Padre Adam Bartyzol, rector del santuario de la comuna, el Cacique General de los bailes religioso, Jaime Guerrero, pasando por las autoridades como el alcalde (s) Wilson Núñez, concejales de Andacollo y autoridades nacionales, sumado al Cuerpo de Bomberos de la comuna minera pudieron atestiguar un momento histórico, el reconocimiento del Parlamento Andino, que reconoce a la Fiesta en Honor a Nuestra Señora del Rosario como Referente Patrimonial e Histórico de la Región Andina. Siendo éste el primer paso para que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), reconozca esta centenaria festividad religiosa como patrimonio inmaterial de la humanidad. Junto al canto para aclamar el santo evangelio, los peregrinos pudieron depositar su fe irrenunciable en la Virgen Santa, madre y precursora de la creencia católica. Madre de todos aquellos devotos, que se presentaron con la esperanza de seguir siendo parte de una cultura religiosa que trasciende fronteras. Con la solemne procesión, se dio como finalizada en gran parte esta fiesta religiosa que es parte del patrimonio histórico de la Región andina. Una región que promueve los valores históricos de sus culturas, como la Fiesta de Andacollo que ya es parte de histórica de Chile y Latinoamérica. Una fiesta que hoy terminó con el traslado desde la Basílica Menor al Templo Parroquial. Sin duda alguna, esta actividad permitió unir los corazones de cada peregrino, que logró superar el largo recorrido efectuado por las montañas llenas de devoción y encanto, que reúne a fieles comprometidos con esta festividad tan crucial para el legado histórico, cultural, patrimonial e identitario de Andacollo.