El empresario textil y multi campeón sudamericano de natación de origen palestino Espir Aguad de 92 años ha fallecido durante las últimas horas en Santiago producto de una larga y penosa enfermedad.
Este filántropo y amigo muy especial de la localidad de Tongoy realizaba desde 1958 un tradicional y masivo asado para todos los vecinos y visitantes de Tongoy en el sector de Playa Grande. “Hace años que hice esta promesa y hace el mismo tiempo que llevo haciendo este asado”.
Me enorgullece ver que cada año viene más gente”, manifestaba siempre el empresario, destacando que “lo más hermoso de todo es ver la felicidad en la cara de los niños y ver cómo reciben estos platos. Es maravilloso”.
Para lograr esta titánica misión trasladó hasta Tongoy siete parrillas, 300 kilos de carne, 200 kilos de longanizas, 180 kilos de pan y unas 3.000 bebidas, las cuales estaban destinadas para miles de personas, por lo que la fila para comer era bastante larga.
“Yo feliz con que todos puedan comer y si se repiten, mejor”, agregaba Aguad.
“Es impresionante la cantidad de vecinos y turistas que acudían a este gran asado. La Playa Grande se convertía en una verdadera fiesta con una concurrencia masiva de gente”, comentó Raúl Sanders Presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Tongoy y amigo personal de Aguad , haciendo hincapié en que “hay que reconocer el cariño con que Espir atiendía personalmente, a los invitados.
Es realmente admirable lo que hacía este empresario y amigo” sentenció Sanders junto con manifestar el dolor que sienten las personas de Tongoy que conocieron Espir Aguad.
UNA TRADICIÓN QUE SE NEGABA DESAPARECER
A pesar de que Aguad nunca quiso confesar el porqué decidió empezar con esta tradición, sí es enfático en destacar que mientras él viviera la gente de Tongoy podrá seguir disfrutando del asado masivo.
Al respecto, Espir comentaba que “muchos me han preguntado en qué consiste la promesa, pero no puedo decirlo.
Cuando muera, mi familia sabrá continuar con esto”.
De igual manera Fabiola y Cristóbal Kauak, nietos del empresario, manifestaron su intención de continuar con la tradición consagrada por su abuelo, como un homenaje a él y el gran cariño que sentía Aguad por Tongoy y su gente.
Hasta siempre don Espir!